jueves, 8 de octubre de 2009

Messenger y Windows Live: juntos y revueltos

La otra noche me llamó mi prima. Es un caso típico de usuario medio: se compró un ordenador hace siete años porque había oído hablar de eso de Internet, y lo usa para navegar por la web, atender el correo electrónico y editar documentos Word y Excel para temas de trabajo. Nada más. No sabe cómo funciona el sistema operativo, y no le preocupa. Igual que para encender el televisor y cambiar de canal no hay que saber lo que es un transformador de líneas o un filtro de peine.

Bien. Decía que me llamó. El caso es que el MSN Messenger le había dejado de funcionar, diciéndole que sólo volvería a hacerlo después de instalar una “actualización de seguridad”. Ella, confiada, siguió las instrucciones. Afortunadamente, la actualización provenía, realmente, de Microsoft. Desafortunadamente, le colaron por la escuadra toda la suite de Windows Live, incluidos los servicios de soporte requeridos (entre los que se encuentra SQL Server Lite). En un ordenador de hace 7 años, con sólo 256 Mb de RAM. Y no sólo eso: también le cambió la página de inicio de los dos navegadores que usa habitualmente (Firefox e Internet Explorer), y le añadió una barra de herramientas y un panel de publicidad (con enlaces a servicios de Microsoft) al navegador de Microsoft.

Naturalmente, todo eso se puede deshacer, y me tocó pasar un buen rato colgado del teléfono, guiándola paso a paso en la tarea de desinstalar a mano todo lo que ella no necesitaba, y restaurando la configuración de los navegadores. Suerte que ella tiene un primo informático.

Pero, ¿y quién no lo tiene? ¿De qué va Microsoft con estas prácticas abusivas? ¿De qué va Google instalándote con Chrome dos servicios en el sistema (uno para actualizaciones automáticas y otro para recoger información de fallos de programas)? ¿De qué va Apple colándote su navegador Safari como una actualización si tienes instalado iTunes o QuickTime?

Esto se está convirtiendo en una pesadilla. De verdad que añoro los tiempos en que para instalar un programa bastaba con abrir el instalador y pulsar “Siguiente” hasta llegar al final. Ahora hay que entrar siempre en la instalación super-hiper-megapersonalizada, y leer con atención toda la letra pequeña, porque si no, te cuelan media docena de regalitos. O más.

Luego nos sorprende que los usuarios le tengan miedo al ordenador.

1 comentario:

Darco dijo...

Según empecé leyéndote creí que solo ibas a contar lo malo que es M$, como suele hace la mayoría, pero no me has defraudado, has dicho lo que he pensado tantas veces de todos estos, los malos oficiales, los chachis y los otros.

Yo suelo entrar siempre en las instalaciones personalizadas y sé de que va todo esto, y aun así me la cuelan. Así que al usuario normal y corriente... luego dicen que tengan cuidado con lo que se descargan y se instalan en los pcs... ya ya :)

saludos.